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RECOMENDACIONES PARA LA CONSERVACIÓN DEL

Champagne Moët & Chandon

EVITAR LOS CAMBIOS BRUSCOS DE TEMPERATURA 45 - 65°F / 7 - 18°C

La temperatura demasiado elevada acelera la maduración y perjudica la calidad del vino.
La temperatura demasiado baja ralentiza la evolución e impide que el vino desarrolle una mayor complejidad.

NO EXPONERLO A LA LUZ La luz puede dañar los vinos

El champagne es especialmente sensible a la luz.
Las botellas de vidrio transparentes en particular deben ser protegidas.

POR ENCIMA DE 70 % Mantener las propiedades físicas y elásticas del corcho

Un nivel de humedad demasiado bajo combinado con una temperatura demasiado alta podría secar el corcho y provocar una evolución acelerada.

EVITAR LOS GOLPES Manipular con precaución

La presión en una botella de champagne es de 6 a 8 bares, es decir, tres veces mayor que en el neumático de un coche.

APERTURA DE LA BOTELLA No descorchar

Etapa 1: inclinar la botella y liberar el morrión.
Etapa 2: retirar el morrión y todo su envoltorio sin quitar el corcho. Evitar apuntar la trayectoria del corcho en la dirección en la que se encuentran sus invitados.
Etapa 3: sin dejar de sostener el corcho con firmeza, agarrar el cuerpo de la botella y girarlo para liberar delicadamente el corcho del cuello de la botella sin permitir que se escape

FAQ

El Champagne evoluciona en botella

Reco presentation

El champagne evoluciona con el paso del tiempo. Además de las condiciones de almacenamiento, las cuales tienen un impacto directo en la evolución del vino y su calidad, la naturaleza de las mezclas (con o sin añada) y la forma de la botella afectan de manera significativa la evolución del champagne con el tiempo. 
Por ello, en general recomendamos degustar las botellas de champagne brut sin añada:

-75 CL

entre 12 y 18 meses

después de su compra

75 CL

hasta 24 meses

después

+150 CL

hasta 36 meses

después

Los champagnes con añada se conservan durante un periodo más largo: es posible degustarlos hasta 7 a 10 años después de su compra o incluso más.

Conservar el champagne más allá del tiempo recomendado no es necesario. Todas las botellas que comercializamos han alcanzado la madurez en nuestras bodegas y pueden ser degustadas desde el momento de su compra.

Al conservar las botellas durante más tiempo se podrían producir cambios en el sabor (más pronunciado), el color (más oscuro) y la efervescencia (reducida). Además, la evolución de las mezclas sería sin lugar a dudas diferente al estilo que nuestros enólogos quisieron darles y compartir con usted.

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« Como ocurre con su champagne, cuando el señor Moët entra en una habitación desaparece el aburrimiento. »
Frase atribuida a un coetáneo de Jean-Remy Moët